LA ESTRELLA DE BELEN

 

Desde el principio de los tiempos, los hombres de todas las culturas han visto en el cielo su ayuda para poder saber cuando plantar o recoger sus cosechas, cuando guardar su ganado, etc. Del mismo modo han interpretado distintos acontecimientos astronómicos, ya fueran eclipses, cometas, conjunción de planetas... como símbolos de desastres, malos o buenos augurios de algo que debía acontecer. Asimismo todas, o casi todas las religiones han relacionado a sus divinidades con las estrellas:

  • Egipto.- Las crecidas del Nilo y el renacimiento anual de Osiris venían anunciadas por el orto helíaco de la estrella de Siro (primera aparición anual de la estrella en el cielo).

  • Centroamérica.- Consideraban al planeta Venus como la metamorfosis del dios Quetzalcóalt.

  • Roma.- Las leyendas cuentan que una estrella se apareció al nacer Julio César, y a la hora de su muerte lo hizo un cometa.

  • Buda y Krisna.- Nacieron bajo la luz fulgurante de una estrella.

Para investigar cualquier hecho astronómico del pasado es necesario un dato imprescindible: la fecha en que éstos pudieron suceder y además con cierta exactitud. En el caso que nos ocupa no tenemos ninguna, como ya hemos podido ver en el artículo sobre la escena "El Nacimiento". Tan sólo tenemos aproximaciones que nos facilitan referencias bíblicas e históricas.

Hagamos un breve resumen para ubicarnos en las fechas aproximadas. En las referencias bíblicas encontramos dos versiones, la dada por Lucas (2:1-8) y la que nos presenta Mateo (2:1-3); en los textos apócrifos igualmente encontramos dos referencias, básicamente son la misma que la de Mateo aunque más exageradas si cabe, pero sin aportar ninguna pista más sobre lo que nos interesa: Protoevangelio de Santiago (XXI:2) y el Evangelio Arabe de la Infancia (VII:1).

Los dos evangelistas, además de relatarnos los acontecimientos nos aportan datos históricos sumamente importantes y que además ya hemos analizado por separa en otros artículos con anterioridad:

  • Reinaba Herodes I el Grande

  • Se realizaba un censo de la población ordenado por César Augusto.

  • Cirino era gobernador de Siria.

Herodes el Grande reinó en Judea y según los historiadores se sabe que murió tras un eclipse de Luna que pudo verse desde Jericó y antes de la Pascua Judía. Dicho eclipse puede corresponderse con el sucedido el 13 de marzo del año 4 a. C. Por tanto, y según nos cuenta Mateo, el nacimiento de Jesús debió ocurrir antes de dicho año. Si a lo ya expuesto añadimos (aunque no como un dato constatado históricamente) la matanza de los Inocentes (niños menores de dos años), barajamos un rango de fechas bastante aproximado: entre el año 7 a. C. al 5 a. C.

La realización del censo. Se sabe que César Augusto mandó realizar un censo con carácter tributario no en una ocasión, sino en tres: año 28 a. C., 8 a. C. y en el 14 d. C.

Cirino sabemos que fue gobernador de Siria no antes del año 6 a. C. (ver escena "El Empadronamiento"). Así pues, el margen de fechas que nos proporciona Lucas es mucho mayor: 8 a. C. al 14 d. C.

Por otro lado, y ya en el siglo VI, Dionisio el Exiguo (monje y astrónomo), confeccionó un calendario para sustituir el "calendario romano", tomando como origen el nacimiento de Jesús. Para ello realizó una tabla en la que aparecían los emperadores romanos, de delante a atrás, contando los años que había gobernado cada uno pero se equivocó:

  1. Marcó el año del nacimiento como año 1 no como año 0

  2. No tuvo en cuenta que Augusto gobernó con su verdadero nombre, "Octavio", durante cuatro años.

Según el sistema de Dionisio, Jesús habría nacido el año 5 a. C.

Vistas las posibles fechas en que el acontecimiento pudo ocurrir, pasemos a analizar lo que pudo ser la Estrella de Belén.

Muchas han sido las hipótesis barajadas por los astrónomos para explicar la aparición de la Estrella de Belén:

  • Cometa Halley. Estudios recientes demuestran que su aparición se calcula hacia el año 12 a. C. Habría que tener en cuenta también que el cometa nunca hubiera podido guiar de Norte a Sur, ya que todos los cuerpos celestes lo hacen de Este a Oeste (sentido de rotación de la Tierra).

  • Explosión de una estrella o supernova. Algunas estrellas son inestables y explotan con una brillante llamarada. Sin embargo, los datos históricos no dan indicios de una supernova en aquella época.

  • Otros fenómenos astrales registrados. En el año 5 a. C., los astrónomos chinos observan en la constelación de Capricornio un nuevo astro que permaneció visible por más de 70 días. En el año 6 a. C. Júpiter fue ocultado dos veces por la Luna en la constelación de Aries. En septiembre del año 5 a. C. Júpiter presentó su movimiento retrógrado; para un observador terrestre, es como si el planeta se detuviera en su curso respecto a las estrellas fijas, retrocediera y luego volviera a avanzar. Pero este debe haber sido observado en numerosas ocasiones y no hay ninguna razón para pensar que justo en esa ocasión se le diera un significado fuera de lo común. El 24 de abril del año 4 a. C. fue observado, también por astrónomos chinos otro cometa o nova en la constelación del Aguila. La hipótesis más elaborada es la que implica una serie de conjunciones de Júpiter con Venus en los años 3 y 2 a. C. En agosto del año 3 a. C. ocurrió una conjunción de Júpiter y Venus en el cielo occidental, en la constelación de Cáncer, posteriormente Júpiter entró en conjunción con Régulus en el León, y en junio del año 2 a. C. nuevamente con Venus. Posteriormente Júpiter iniciaría su movimiento retrógrado, pero esta última parece demasiado tardía para fijarla como fecha del nacimiento de Jesús.

Sin embargo, la hipótesis más aceptada por los científicos actuales es la dada por Kepler en el 1603, al observar una conjunción de Júpiter y Saturno en Sagitario, seguida al año siguiente por un agrupamiento triangular de Marte, Júpiter y Saturno.

El 26 de septiembre de 1604 Marte entró en conjunción con Saturno, y el 9 de octubre con Júpiter. El 10 de octubre Kepler descubrió un nuevo astro entre Júpiter y Saturno, tan brillante como el primero, se trataba de una Nova.

Kepler calculó que cada 800 años dicha conjunción ocurría en la misma posición y estimó una triple conjunción para el año 7 a. C. Supuso que aquella triple conjunción del año 7 a. C. y seguida del agrupamiento de planetas del año 6 a. C., dio como origen una nueva estrella que sería la Estrella de Belén.

La teoría únicamente falla en una cosa, y es que la aparición de una Nova nada tiene que ver con la conjunción planetaria, es mera coincidencia.

Por supuesto, queda la posibilidad, más bien remota, de que alguno de los acontecimientos astronómicos, u otros, haya sido recordado durante mucho tiempo, y que en algún momento de la historia del cristianismo haya sido asociado al nacimiento de Jesús, basándose en la proximidad cronológica; incluso éste podría ser el origen de la leyenda de la Estrella de Belén.

Autor

Faxcinatrix
Fuentes - La esquiva Estrella de Belén
-
¿Qué fue la Estrella de Belén?
Imágenes - Existe Dios
 

©  LA WEB ASINBE (2007-2009) - V. 2.0