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COSTUMBRES MATRIMONIALES

 

La poligamia

La ley mosaica permitía la poligamia. Las esposas tenían cierta protección frente a los abusos y había varios reglamentos en atención a esos matrimonios. Sin embargo, estaba prohibida entre los reyes de Israel.

El matrimonio poligámico era el uso matrimonial de Israel; el que un hombre tuviera una o varias esposas dependía exclusivamente de motivos económicos. Pero ese uso fue cambiando con el paso de los siglos. En la época posterior a la cautividad de Babilonia, parece que se fue imponiendo cada vez más el matrimonio monógamo. En tiempos de Jesús ese matrimonio no se imponía por ley, pero en la práctica era casi el único.

El matrimonio poligámico se fundaba en la concepción que se tenía de la finalidad del propio matrimonio, es decir, la bendición de los hijos. Por eso la esterilidad de una mujer se consideraba una desgracia y hasta una vergüenza, ya que la mujer estéril no cumplía el objetivo del matrimonio. De la bendición de los hijos obtenía también su sentido la vida de la mujer. No existía el celibato como forma ideal de vida de las mujeres.

El adulterio de la mujer era inmensamente más responsable que el del varón. Primero, porque la mujer era el eslabón de unión del pacto entre los clanes, representado por el matrimonio; y también porque la mujer con el matrimonio pasaba a ser propiedad del marido. De ahí que el adulterio de una mujer se castigase con la muerte.

En los tiempos más antiguos, el castigo de adulterio era la lapidación, porque en la práctica no había otro tipo de muerte. En tiempos de Jesús el adúltero era estrangulado; sólo el adulterio de una prometida se castigaba con la lapidación, que se consideraba un castigo más grave que la estrangulación. El proceso por adulterio era extremadamente difícil. El marido tenía que presentar a dos testigos, y éstos tenían que haber apercibido antes a la pareja adúltera. Así que casi nunca se llegaba a una pena capital, como no fuera en el caso de que la pareja hubiese sido sorprendida in flagrante.

El matrimonio con la cuñada, también conocido como "matrimonio de levirato" (del latín levir, cuñado), forma parte del matrimonio poligámico israelita. La ley dictaminaba que los hermanos de un hombre que moría tenían la obligación de tomar por esposa a la viuda sin hijos del difunto (Deuteronomio 25:510).

La norma no era una medida de protección a la mujer, sino una ley en favor de la familia del difunto, al que los hermanos tenían que darle descendencia: el primer hijo como resultas de este matrimonio era considerado hijo del fenecido. Si los hermanos del difunto rechazaban el matrimonio (motivos económicos lo hacían bastante frecuente), eran los parientes más cercanos los que estaban obligados a desposar a la viuda. Esta, a su vez, podía ser obligada al matrimonio por vía judicial.

Con este matrimonio se impedía que las tierras familiares fuesen malvendidas por necesidad. Si un pariente compraba el campo del difunto, también estaba obligado a desposar a la viuda en el caso de que otro pariente más cercano no hiciese valer su derecho.

El divorcio

Dado que el fin principal del matrimonio, como ya hemos señalado, eran los hijos, se explica que la mujer estéril fuera despedida. La mujer era, en cierto modo, la esclava del marido al que debía darle hijos. Si esto no ocurría, el marido disponía de ella, haciéndola regresar a la casa de sus padres, por ejemplo.

En tiempos de Jesús los motivos de divorcio dependían exclusivamente del capricho del marido; así, por ejemplo, el marido que deseaba divorciarse sólo debía exigir a su esposa un voto imposible de cumplir; o la solicitaba que hiciera algo que pudiera comprometer el buen nombre de la casa.

Las cartas de despido o libelos de repudio fueron el instrumento habitual del divorcio. La carta en cuestión tenía que firmarla el marido, poniendo su nombre al pie y acompañándola con la firma de dos testigos. Lo escribían por lo general los amanuenses o escribanos públicos que se sentaban en las calles y ofrecían sus servicios para todo tipo de escrituras.

También la prometida debía ser despedida con el libelo, porque los esponsales eran el primer acto del matrimonio.

 
Autor Faxcinatrix
Fuentes - Manual de Usos y Costumbres de las Tierras Bíblicas
- Historia de la Cultura en la Biblia
 

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