HACE MAS DE 2000 AÑOS...

 

LA VIVIENDA

 

Las primeras construcciones usadas por los hombres en los tiempos bíblicos no fueron realizadas con el propósito de pasar en ellas la mayor parte de su vida. Los pueblos y ciudades lo formaban casas unidas unas a otras; así se lograba más protección y se ganaba tierra para los cultivos. Las casas se situaban generalmente alrededor de una fuente o pozo comunal, formándose una plaza. En su perímetro se situaban casi todos los artesanos y el mercado y de ella salían las diferentes calles (generalmente eran estrechas).

Para un mejor estudio de éstas las clasificaremos en:

  • Casas de una sola pieza. Se encontraban en el campo y pueblos.

  • Casas de más de una pieza. Eran las más utilizadas en las ciudades.

Casas de una sola pieza.

Constaba de una sola pieza dividida en uno de sus laterales en dos partes mediante una plataforma elevada del nivel del suelo, a unos 45 ó 50cm que durante las noches hacía las veces de cama. Bajo esta plataforma se excavaba el pesebre donde se guardaban los animales durante la noche y en los días de lluvia.

En otro ángulo de la casa se encontraba el horno y la tinaja del agua. Allí también se guardaban los utensilios de cocina y lo necesario para la mesa.

Carecían de sótano con lo que se practicaba un agujero en el suelo en el que se colocaban las cántaras de aceite, vino, etc.

Las paredes eran levantadas de adobe (barro con paja secado al sol) o piedras irregulares pegadas con barro. Los muros se enjalbegaban con cal.

El suelo se hacía de distintas maneras, en ocasiones se aplanaba la misma tierra hasta que quedaba totalmente maciza; otras se hacía una mezcla de cal con barro, se aplanaba y dejaba secar hasta que se endurecía; o se ponían piedras resquebrajadas unidas con cal.

El techo se construía con vigas de madera que alcanzaban de pared a pared, sobre éstas una capa de pasto o ramas, otra capa de tierra o arcilla y posteriormente se regaba con arena y gravilla, pasándose sobre ello un rodillo de piedra (el pisón), el cual permanecía sobre el techo para apisonarlo de cuando en cuando y así evitar que escurriera el agua en el interior de la vivienda. Para finalizar la techumbre se construía un pretil de unos 50cm de alto con algunas secciones abiertas con el fin de ayudar a la evacuación de las aguas de lluvia y evitar también las posibles caídas accidentales.

A la azotea se podía subir bien por una escalera de mano o bien por una escalera realizada de obra, siendo esta última la más frecuente ya que la azotea se empleaba en muchas ocasiones de la vida judía:

  • Un lugar para dormir en las noches de verano

  • Como almacén. Por su exposición al sol era el lugar perfecto para el secado y almacenamiento de grano y frutas.

  • Como lugar de públicas proclamas. Las ordenes de los gobiernos locales eran proclamadas desde las casas más altas. Tales proclamas se hacían por lo regular por las tardes, cuando los hombres retornaban de sus labores en el campo.

  • Lugar de oración.

  • A manera de escape en tiempos de peligro. Las casas en pueblos y ciudades se encontraban tan juntas que si era necesaria una huida rápida se podía pasar de un tejado a otro sin ningún problema.

Tanto puertas como ventanas eran construidas con madera de sicómoro y sus huecos eran angostos.

Las ventanas eran escasas, pequeñas y se colocaban elevadas, de ese modo se permitía la entrada de luz pero desde fuera no podía verse el interior. Tenían barrotes de madera que servían de protección contra los ladrones.

Las puertas eran más bien bajas; se montaban sobre bisagras metálicas o de cuero y cuando se cerraban por la noche se atrancaban con una barra también de madera.

Los enseres de estas viviendas de una sola pieza eran bastante sencillos. Las esteras y almohadones se usaban de día para sentarse y durante la noche para dormir. Debía haber utensilios de arcilla para las necesidades del hogar y algunos de metal. Un arca de madera para la ropa, una lámpara, una escoba, un molino de mano para moler el grano y los botes de cuero de cabra para guardar los líquidos.

Casas de más de una pieza.

Eran propiedad de personas más o menos prósperas.

Para construir una casa de dos o más piezas, los palestinos no las hacían unidas la una a la otra, sino que tomaban el ancho de una pieza y levantaban tabiques entre una pieza y la otra para que formaran un patio abierto y así con cada una de las piezas que se unían a la vivienda.

El patio es una parte importante de la casa, permitía sin necesidad de salir de la casa estar a cielo abierto y fuera de las miradas de extraños. Algunas casas tenían en dicho patio una galería a su alrededor por la que se accedía a las distintas partes de la casa. En otras, parte del patio estaba cubierto por una lona para cobijarse del sol. Frecuentemente se plantaban árboles, arbustos y flores para hermosearlos y refrescarlos. En él se construían cisternas cuya boca quedaba a ras de tierra y en las que se recogía el agua de la lluvia. Los usos más frecuentes de estos patios eran: lugar de baño, comedor, sitio de reunión, etc.

La puerta o zaguán quedaba localizada a la mitad del frente de la casa. Esta entrada estaba arreglada de tal manera que nadie podía ver hacia adentro desde la calle. El pasadizo interior llevaba hasta el patio y era llamado vestíbulo. Este se amueblaba con asientos para el portero y los criados. La obligación del portero o sirviente para estos menesteres era la de hablar con cualquier visitante que llamara a la puerta y que deseara ser admitido. El objetivo de ello era dar oportunidad para reconocer la voz del visitante al dueño de la casa e identificarlo como amigo.

Tener un cuarto superior en la casa era indispensable. Aquellos cuyos medios no les permitía tener este cuarto se conformaban con un cuarto hecho con tablas o un emparrado sobre el techo. Esto proveía de un lugar fresco en verano, un lugar de retiro y si había algún huésped distinguido se le alojaba allí. Si la casa tenía más de un cuarto en el techo se le llamaba casa de verano, en contraste con la casa de invierno que estaba en la parte baja.

Un elemento muy importante en toda casa judía, ya fuera de una o de más piezas era la Mezuzah. Era una pequeña capilla que se colocaba en la jamba derecha (según se entraba) de la puerta de la casa. Contenía un pequeño pergamino con el Shemá (fragmento del quinto libro de la Torah, Deuteronomio). Cuando los judíos entraban y salían de las casas besaban la Mezuzah y luego llevaban el beso a la frente y el corazón. El texto de la Shemá dice:

"Escucha Israel, el Señor es tu Dios, el Señor es uno. Amarás al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y al prójimo como a ti mismo. Haz esto y vivirás. Enséñalo a tus hijos. Colócalo en las palmas de tus manos y en las jambas de las puertas. Recítalo cuando te acuestes y te levantes, cuando entres y cuando salgas..."

 

Autor

Faxcinatrix

Fuentes

- Manual de Usos y Costumbres de las Tierras Bíblicas
- Historia de la Cultura en la Biblia

Imágenes

Faxcinatrix (Belén 2006)

 

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